Hay que reconocerlo, a Jonás no le gustaba nada nadita Dante y Dante intentaba pasar de Jonás hasta donde podía. No sabía yo, el sábado al escanear esta foto, que Jonás ya no estaba con nosotros.
Cuando subíamos a La Fresne nos tenían en tensión continua estos dos elementos, "dentro" de casa llegaron a engancharse un par de veces, pero cuando salíamos a dar una vuelta campestre, Jonás orbitaba alrededor de Dante sin acercarse demasiado y sin perderle de vista ni un momento.
Era para verlos.
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